Aptitudes cerebrales para la danza
(artículo publicado en la revista "INVESTIGACIÓN Y CIENCIA"(sept 2008). Autores: Steven Brown y Lawrence Parsons.
Es tan natural el sentido del ritmo en los seres humanos que al escuchar música llevamos el compás con los pies y movemos el cuerpo de forma a veces inconsciente. Este instinto corresponde a un rasgo evolutivo propio de la especie humana, una forma fundamental de expresión. Probablemente evolucionó con la música como una forma de generar ritmo. Las aptitudes para esa sincronización residen en la base de la danza, confluencia de movimiento, equilibrio, ritmo y representación gestual. La danza es la actividad que requiere mayor sincronización de todas, y el ejercicio colectivo más sincronizado que existe(exige un tipo de coordinación interpersonal en el espacio y el tiempo que apenas se da en otros contextos sociales).
RITMO INTERNO
En la actualidad se están realizando los primeros estudios de los movimientos de la danza mediante técnicas de formación de imágenes(tomografías). La cognición espacial en la danza es fundamentalmente cinestésica; percibimos la posición del torso y las extremidades en todo momento, incluso con los ojos cerrados, gracias a los órganos sensoriales de los músculos. Tales órganos indexan la rotación de cada articulación y la tensión de cada músculo; transmiten luego esa información al cerebro, que genera en respuesta una representación articulada del cuerpo. En concreto, se observa una activación del precuneo, región del lóbulo parietal muy próxima al lugar donde reside la representación cinestésica de las piernas. Parece que el precuneo alberga un mapa cinestésico que permite percibir la posición especial del cuerpo mientras uno se mueve por sus alrededores. Tanto si se baila un vals como si se camina en línea recta, el precuneo ayuda a trazar la trayectoria desde una perspectiva "egocéntrica",centrada en el propio cuerpo.
COREOGRAFÍA MENTAL
Las siguientes regiones cerebrales son las que contribuyen a la danza,y lo hacen de una forma que trasciende la mera ejecución del movimiento:
- Vermis anterior.- Parte del cerebelo que recibe señales de la médula espinal; al parecer, actúa a la manera de un metrónomo, ayudando a acompasar los pasos de baile con la música.
- Núcleo geniculado medial.- Punto de relevo en la vía auditiva inferior. Parece que facilita el ajuste del metrónomo cerebral y sustenta nuestra tendencia a llevar el ritmo de la música. Reaccionamos de forma inconsciente porque esta región se conecta al cerebelo, comunicándole información básica sobre el ritmo, sin tener que "hablar" con áreas auditivas superiores de la corteza.
- Precuneo.- Contiene una cartografía sensorial del propio cuerpo; ayuda a trazar la trayectoria de un bailarín desde una perspectiva centrada en le cuerpo, o "egocéntrica".
FUNCIÓN SOCIAL
¿Por qué bailamos?.Acaso sea ésta la cuestión más fascinante. La danza guarda una estrecha relación con la música. La danza y la música(sobre todo la de percusión)siguieron una evolución conjunta como formas complementarias de crear ritmo.
En comparación con la música, la danza posee una mayor capacidad de representación e imitación. Ello sugiere que quizá constituyó una forma primitiva de lenguaje. De hecho, la danza vendría a ser la quintaesencia del lenguaje de signos. Se observa que en el estudio sobre el movimiento, se activa una región del hemisferio derecho correspondiente al *área de Broca del hemisferio izquierdo.
Este hallazgo refuerza la teoría gestual de la evolución del lenguaje. Los partidarios de la misma sostienen que el lenguaje evolucionó a partir de un sistema de gestos inicial hasta adquirir expresión vocal. Las investigaciones demuestran que el movimiento de piernas activa la región del hemisferio derecho homóloga al área de Broca, lo que refuerza la hipótesis de que la danza comenzó siendo una forma de comunicación. La ejecución de pasos de baile y la imitación de movimientos digitales exigen que el cerebro ordene la realización de series complejas de movimientos interdependientes. Igual que el área de Broca desempeña una función esencial en la sintáxis del lenguaje, podría también servir para encadenar unidades de movimiento en coreografías.
Por todo lo anteriormente expuesto, consideramos que en la danza confluyen la capacidad representativa del lenguaje y el carácter rítmico de la música. Esa interacción nos permite contar relatos utilizando la expresión corporal ,y sincronizar nuestro movimiento con el de los demás de una manera que favorece la cohesión social.
BENEFICIOS DEL TANGO
Un estudio publicado en dic 2007 por la Universidad de Washington en S.Luis, informaba que bailar tango mejora la movilidad en pacientes con Parkinson. Esta patología se debe a una pérdida de neuronas en los ganglios basales, que interrumpe los mensajes dirigidos a la corteza motora. Quienes la sufren padecen temblores, rigidez y dificultades para iniciar los movimientos que desean.
Se descubrió que, tras veinte clases de tango, los pacientes quedaban agarrotados con menor frecuencia. Comparados con los que habían recibido en su lugar clases de gimnasia, los bailarines de tango demostraron mejor equilibrio y mejores puntuaciones en las pruebas de levantarse y andar que miden el grado de inestabilidad y, por tanto, identifican a quienes corren mayor riesgo de caídas.
*Área de Broca: parte del lóbulo frontal que se asocia a la producción del habla.
Bibliografía complementaria:
Action observation and acquired motor skills: an fmri study with expert dancers. Beatriz Calvo,Daniel Glaser, Julie Grezes, Richard Passingham y Patrick Haggard en Cerebral Cortex (agosto 2005).
Building a motor simulation de novo:observation of dance by dancers. Emily Cross,Antonia Hamilton y Scott Grafton en Neuroimage (julio 2006).
The neural basis of human dance. Steven Brown, Michael Martínez y Lawrence Parsons en Cerebral Cortex (agosto 2006).
Seeing or doing? influence of visual and motor familiarity in action observation. Beatriz Calvo, D.Glaser, J.Grezes, R,Passingham y P.Haggard en Current Biology (octubre 2006).
Asimismo véase Reconsideración del cerebelo en Investigación y Ciencia (octubre 2003)